En Cisjordania, en las zonas de Nablus y Jenin, las fuerzas militares detuvieron a jóvenes y un combate armado estalló tras la irrupción de los soldados enemigos.
De acuerdo con reportes locales, una explosión se escuchó en las cercanías de la Ciudad Vieja mientras el Ejército ocupante envió refuerzos a la gobernación de Nablus.
En este contexto, los asaltos prosiguieron en la urbe de Al-Yamoun, distrito de Jenin, y en la localidad de Ras Karkar, en Ramala, que provocó detenciones y heridos.
Al amanecer, las excavadoras pertenecientes a las fuerzas israelíes demolieron una escuela en la pequeña aldea palestina de Bayt Ta’mar, al este de Belén, en el sur de Cisjordania.
La destrucción ocurrió seis años después de que la misma institución educativa fuera reconstruida tras ser demolida por las autoridades de ocupación en 2017.
Ante esta violación, estallaron enfrentamientos entre el Ejército israelí y los residentes locales, durante el cual los soldados dispararon gas lacrimógeno contra los pobladores, divulgó la agencia Wafa.
En medio de este escenario, el portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas, Hazem Qassem, enfatizó que la continuación del ataque en Cisjordania y el cruce de las líneas rojas por parte de la entidad enemiga podría conducir a una amplia confrontación con Gaza.
Qassem subrayó que los combatientes palestinos llevaron a cabo varias operaciones durante los últimos períodos y meses en Cisjordania; al tiempo que destacó la fortaleza de la acción popular contra el régimen sionista.
Ayer, dos jóvenes llegaron al hospital muertos y un tercero arribó con heridas, como consecuencias de disparos de los militares durante un asalto al campo de refugiados de Nur Shams en la urbe de Tulkarm.
Desde principios de año, el número de palestinos fallecidos a manos de los soldados israelíes y colonos ascendió a 110, incluidos 20 niños y dos mujeres.
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