La víspera, la Policía Nacional Civil (PNC) informó que no se reportaron decesos a causa de homicidios, lo que incrementó los días en que en los últimos cuatro años no ocurrieron fallecimientos atribuibles sobre todo a las acciones de las pandillas.
Hasta hoy la PNC contabiliza 362 jornadas sin que se registren muertes violentas desde la llegada del Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Datos oficiales indican que este año hay ya 92 días sin que ocurran muertes violentas, 22 en enero, 21 en febrero, 20 en marzo, 24 en abril y mayo suma cinco días.
Estas cifras son resultados de la política de seguridad del Gobierno, entre estas el régimen de excepción, que posibilitó el arresto de más de 68 mil personas, entre ellas algunos inocentes a los que se vincula con los grupos delincuenciales, según denuncias.
Mientras esto ocurre el abogado internacionalista y miembro del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Ludovic Hennebel planteó que el Estado salvadoreño debe buscar un equilibrio entre seguridad y libertad, luego del régimen de excepción.
Destacó lo que llamó “paradoja salvadoreña”, pues antes de 2022 todos los informes exigían al Estado medidas drásticas para alcanzar la seguridad de los salvadoreños, y ahora que la política gubernamental puso fin a la violencia endémica y permitió al Gobierno recuperar el control de su territorio, los mismos organismos critican la medida, subrayó.
Hennebel en una valoración sobre la situación del país expresó que se debía hablar del pasado, pero es importante también, de manera pragmática, hablar del futuro, de lo que se pueda construir luego del enfrentamiento a las pandillas.
Subrayó que sin derechos humanos, sin libertad, solo con seguridad, no hay futuro y eso me parece que es el mensaje de órganos de derechos humanos, de protección de derechos humanos cuando hablamos con El Salvador.
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