Los ciudadanos pueden de forma libre y voluntaria poner en manos de la policía todas las armas de fuego que posean con independencia de su estatus legal actual o calibre, sin ninguna consecuencia judicial, afirma un comunicado del ministerio del Interior.
El procedimiento consiste en llamar por teléfono a los agentes del orden público para que se presenten en la vivienda, a cuyo inquilino se le facilita un certificado de entrega del armamento, explica el documento.
La medida casi imita a una puesta en vigor la víspera por Serbia, en cuya capital se registró un tiroteo el pasado día 3 que involucró a una adolescente de 14 años, con saldo de nueve muertos y siete heridos.
El gobierno serbio decretó un duelo de tres días que concluye esta jornada, tras arrestar la policía al agresor, quien atacó a sus compañeros de estudio en la escuela primaria Vladislav Ribnikar.
Serbia y Montenegro formaron parte de un mismo estado con ese nombre desde febrero de 2003 hasta junio de 2006, cuando esta diminuta nación proclamó su independencia mediante un referendo.
mem/to