Activistas locales indicaron que integrantes de esta formación armada ilegal se apoderaron del edificio de residencia estudiantil y de personal docente de las Facultades de Humanidades y Pedagogía, en la provincia nororiental de Hasakeh.
Asimismo, expulsaron a punta de pistola a los docentes y arrojaron sus pertenencias en la calle.
De igual manera, los dueños de los apartamentos en el área de Al-Jibsah fueron obligados a abandonar sus casas para convertirlas luego en sedes militares de esa agrupación y proteger el enclave estadounidese.
Anteriormente, la milicia FDS se apoderó de la mayoría de las instituciones gubernamentales, entre ellas la sede de la Compañía General de Electricidad y la de Defensa Civil.
Las FDS ocupan extensas zonas de la región siria de al-Jazira que abarca partes de las provincias de Deir Ezzor, Hasakeh y Raqa, y algunas zonas en el nordeste de Alepo, donde incrementan sus prácticas separatistas y criminales aprovechando el apoyo que reciben de la administración estadounidense.
Durante los últimos meses, esa formación se apoderó de cientos de viviendas e instituciones estatales como escuelas, centros de salud, silos de trigo y departamentos de agua, electricidad y telecomunicaciones en las zonas que controla.
A estas prácticas se añade el reclutamiento obligatorio de jóvenes, el servilismo a Estados Unidos, el robo del petróleo y de los cultivos, además del desalojo de familias de sus casas por su cercanía a las bases norteamericanas, lo que provocó la indignación de los pobladores que incrementaron sus acciones de protesta y resistencia armada contra esa agrupación.
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