Según el canal CGTN, esa entidad detuvo a un hombre que usó un programa de ChatGPT para inventar el supuesto descarrilamiento de un tren el mes pasado con saldo de nueve muertos.
La información fue divulgada en las redes sociales incluso con distintas versiones, lo cual llamó la atención de las autoridades de Seguridad Pública y conllevó a una investigación.
El rastreo de múltiples cuentas condujo hasta el individuo y a su consecuente arresto.
La Administración de ciberseguridad de China consulta un borrador con regulaciones precisas que deben seguir los desarrollares de servicios y productos basados en el ChatGPT para evitar conductas consideradas ilegales.
El público podrá hasta mañana opinar sobre las normas, las cuales buscan frenar cualquier forma de sesgo, noticias falsas, terrorismo o contenidos antisociales en las versiones de la polémica herramienta sustentada en IA, que preparan las empresas locales.
También priorizan la protección de archivos privados y el apego a las leyes, además de prohibir la creación de perfiles de los usuarios sobre la base de los metadatos y modificar bajo ningún concepto la información personal.
Según el borrador, si se descubre o denuncia alguna violación a dichas disposiciones primero se aplicará una suspensión por tres meses y, en caso de reincidencia, el infractor enfrentará hasta 100 mil yuanes de multa (14 mil 520 dólares) y el cese definitivo del programa.
Aparte de la autoridad de ciberseguridad, la Asociación nacional de Pagos y Compensación urgió a las empresas gestoras de pagos electrónicos extremar el cuidado al aplicar en sus operaciones el ChatGPT, por los riesgos de que se filtren datos personales hacia el exterior al emplear dicha tecnología.
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