Según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) más de 4,5 millones de mujeres y bebés mueren cada año durante el embarazo, el parto o las primeras semanas después del nacimiento, lo que equivale a un deceso cada siete segundos, en su mayoría por causas prevenibles o tratables si se cuenta con atención adecuada.
Detalló que el progreso en la mejora de la supervivencia se estancó en los últimos ocho años, con alrededor de 290 mil muertes maternas anuales, 1,9 millones de mortinatos (bebés que fallecen después de las 28 semanas de embarazo) y la asombrosa cifra de 2,3 millones de decesos de recién nacidos en el primer mes de vida.
El estudio destacó que la pandemia de la Covid-19, el aumento de la pobreza y el empeoramiento de las crisis humanitarias han intensificado las presiones sobre los sistemas de salud sobrecargados.
Desde 2018, puntualizó, más de las tres cuartas partes de todos los países del África subsahariana y afectados por conflictos informan una disminución de la financiación para la salud materna y neonatal.
Solo uno de cada 10 países (de más de 100 encuestados) informó tener fondos suficientes para implementar sus planes actuales.
De acuerdo con los expertos, para aumentar las tasas de supervivencia, las mujeres y los bebés deben tener atención médica asequible y de calidad antes, durante y después del parto, así como acceso a servicios de planificación familiar.
Además, se necesitan trabajadores de la salud más calificados y motivados, especialmente parteras, junto con medicamentos y suministros esenciales, agua potable y electricidad confiable.
El informe enfatizó que las intervenciones deben dirigirse especialmente a las mujeres más pobres y aquellas en situaciones vulnerables que tienen más probabilidades de perder la atención vital, incluso a través de la planificación e inversiones subnacionales críticas.
Mejorar aún más la salud materna y neonatal requiere abordar las normas, los sesgos y las desigualdades de género perjudiciales, apuntó el estudio.
“Si queremos ver resultados diferentes, debemos hacer las cosas de manera diferente”, afirmó Anshu Banerjee, director de Salud Materna, Neonatal, Infantil y Adolescente y Envejecimiento en la Organización Mundial de la Salud.
Ahora, dijo, se necesitan más inversiones y más inteligentes en atención primaria de la salud para que todas las mujeres y los bebés, sin importar dónde vivan, tengan las mejores posibilidades de salud y supervivencia.
Según las tendencias actuales, más de 60 países no están preparados para cumplir los objetivos de reducción de la mortalidad materna, neonatal y mortinatal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030.
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