Los pronósticos auguran gran volumen de precipitaciones entre este miércoles y el sábado próximo para las provincias de Jiangxi, Fujian, Guangdong y Hunan, y la región autónoma Zhuang de Guangxi.
Se espera como consecuencia el desbordamiento de muchos ríos con niveles de peligro en dichos lugares y principalmente en la primera demarcación, aun en recuperación tras las devastadoras lluvias reportadas entre el 4 y 9 de mayo con saldo de medio millón de damnificados y daños millonarios en la economía.
El gobierno chino urgió a extremar las medidas de prevención, control y mitigación de desastres naturales, así como a no demorar la respuesta a las contingencias previstas para los próximos días.
El país esta semana entró oficialmente en su período de inundaciones con riadas en Jiangxi, Fujian y otras regiones del oriente, centro y sur que afectan la infraestructura habitacional, las vías públicas y los servicios de agua, electricidad y telecomunicaciones.
Muchas de las provincias agobiadas por los aguaceros, el año pasado sufrieron sequías tan alarmantes que secaron ríos e importantes fuentes de abastecimiento de agua.
Según estadísticas gubernamentales, el mal tiempo en abril provocó la muerte a siete individuos y pérdidas materiales por 780 millones de dólares.
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