Pero la noticia de hoy es la incursión de la eventual candidata al Palacio de la Moncloa por el movimiento Sumar, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.
Díaz abrió este miércoles su proyección de campaña en la cita con las urnas denominada 28M, con un significativo espaldarazo al partido Podemos en la localidad madrileña de Alcorcón.
Entre Sumar y Podemos se marcaron diferencias por conceptos a la hora de enarbolar listas o no. Al parecer de momento, aparcaron los desaguisados y la vicepresidenta participó en un acto en el que llamó a “la movilización de los progresistas para derrotar a las derechas”.
El viernes es la jornada de la pegada de carteles, cuando ya las campañas electorales serán explícitas y se darán numerosos debates televisivos entre los candidatos de las diversas formaciones, incluyendo al ultraderechista Vox.
No obstante la postura de Díaz en Alcorcón, que responde a su filiación como máxima figura del bloque izquierdista Unidas Podemos, la popular política también estará en actos con Más Madrid y con Compromís, que compiten con los morados (Podemos).
Aprovechó de todas formas la ocasión para afirmar que el conservador Partido Populaar (PP), que dirige Alberto Nuñez Feijóo, sólo tiene una estrategia dirigida a tumbar el Gobierno y acceder a la Moncloa.
Aun así, claramente el pulso del 28M será relevante en torno a los comicios generales de noviembre venidero. El PP, probablemente aliado con el ultraconservador Vox, busca desbancar a la larga al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez (socialista) del máximo cargo.
Sin embargo, nada es concluyente en estos momentos. Analistas consultados por Prensa Latina consideran que lo más probable será un reparto relativamente equilibrado entre el PSOE y el PP, y el foco estará en otras fuerzas de un amplio espectro.
Unidas Podemos (alianza en el Gobierno formada por Izquierda Unida y Podemos) se debate en seguir fiel a sus líneas sin entrar por ahora en un choque frontal con Sumar.
Vox aspira a ser indispensable para el PP en algunas comunidades autónomas (como ya lo es en Castilla y León), en tanto partidos catalanes, vascos, valencianos o madrileños luchan por conservar sus espacios.
Fuera del reparto, a todas luces, quedará el centroderechista Ciudadanos, que cada vez se parece más al PP y algunos de sus efectivos se han cambiado de filas. mgt/ft