En prisión desde el 14 de enero, Torres es investigado por supuesta omisión durante las acciones terroristas contra las sedes de los tres poderes, cuando ocupaba la jefatura de la secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
De Moraes tomó la decisión después que la defensa del exfuncionario, el 2 y 4 de mayo, reiterara la solicitud de «revocación de la prisión preventiva».
El periodista Daniel Lima, de la televisora CNN Brasil, indicó que, tras la determinación del letrado, el STF fue informado de que Torres aparece en conversaciones conspirando contra el tribunal.
Las pláticas en las que aparece Torres mencionan, incluso, la hipotética y golpista prisión de un ministro del Supremo, posiblemente De Moraes, quien «debería ser dejado en un lugar incierto y desconocido».
Tal información dejó estupefactos a los miembros del juzgado superior, según el comunicador.
Anteriormente, el 8 de mayo, De Moraes marcó un nuevo testimonio del exsecretario sobre las pasadas elecciones.
El alegato como declarante se insertó en el ámbito de la operación que investiga la supuesta interferencia en la Policía Federal de Carreteras (PRF, siglas en portugués), en la segunda vuelta de las justas comiciales de octubre.
La nueva audiencia se realizó en la sede de la Policía Federal (PF) en Brasilia, donde Torres debió exponer la semana pasada, pero la defensa alegó empeoramiento significativo en su estado de salud.
Respecto a las justas comiciales, se calculan supuestas maniobras en estados y ciudades, en los cuales el entonces candidato Luiz Inácio Lula da Silva tenía ventaja de las encuestas y votos de la primera ronda del 2 de octubre.
En la época, Torres era ministro de Justicia del exmandatario Jair Bolsonaro y la PF y la PRF estaban subordinadas a él.
La exdirectora de Inteligencia del Ministerio de Justicia Marília Alencar admitió el 18 de abril en el testimonio de la PF que elaboró un mapa para el entonces ministro de los lugares en los cuales el exsindicalista obtuvo más votos en la primera vuelta.
Ese plano habría sido utilizado por Torres, junto a la PRF, en un intento por impedir que los concurrentes a favor del fundador del Partido de los Trabajadores llegaran a los lugares de votación en la segunda ronda.
Lula derrotó en urnas a Bolsonaro y el 1 de enero asumió por tercera vez el poder en Brasil.
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