En este sentido el fortalecimiento de los servicios de atención primaria de salud, así como las políticas para reducir la sal y promover una dieta saludable y la actividad física, son clave para hacer frente al factor de riesgo de la mayor causa de muerte en la región.
Aun cuando la hipertensión afecta a 180 millones de personas en las Américas, «a menudo no presentan síntomas ni signos y, por lo tanto, con frecuencia no se diagnostica ni se trata», alertó en conferencia de prensa el directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Calificó de grave esta situación, pues la hipertensión no diagnosticada y no controlada puede desembocar en infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca o accidente cerebrovascular, puntualizó.
Según los expertos la presión arterial alta es el principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en la región, responsable de alrededor de dos millones de vidas perdidas cada año.
Sin embargo, en las Américas más de un tercio de los hombres y una cuarta parte de las mujeres (de entre 30 y 79 años) con hipertensión desconocen que la padecen.
En tanto, de los que saben que sufren esa afección y reciben tratamiento, sólo un tercio la tiene bajo control.
Barbosa encomió a los países a «acelerar sus esfuerzos para ampliar y asegurar el acceso equitativo a la atención de la hipertensión», y proporcionar capacitación para que los enfoques más recientes de diagnóstico y tratamiento de esta condición se practiquen en los centros de atención primaria de salud de todas las Américas.
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