Con el 0,61 por ciento en el mes evaluado, el gigante sudamericano pasó a tener una inflación acumulada del 4,18 por ciento en 12 meses, por debajo del 4,65 observado en el periodo inmediatamente anterior.
Tal índice está, actualmente, dentro del intervalo de tolerancia de la meta estipulada por el Consejo Monetario Nacional, de 3,25 por ciento en 2023.
Se considerará cumplido si cierra el año entre el piso de 1,75 y techo de 4,75 por ciento.
Pero las proyecciones de inflación muestran que el resultado debe volver a romper el techo de la meta a lo largo del segundo semestre.
De los grupos analizados, los que más remontaron de precio en abril fueron el sector salud y cuidados personales (1,49 por ciento), vestuario (0,79) y alimentación (0,71).
Los planes de salud tuvieron alza de 1,2 por ciento después de la incorporación de las fracciones mensuales de los reajustes de los programas nuevos y antiguos para el ciclo de 2022-2023.
Artículos de higiene personal, por su parte, presentaron desaceleración de 0,76 por ciento, en marzo, para 0,56 en abril, influenciados principalmente por los perfumes (-1,09).
Los combustibles, que en 2022 fueron los principales responsables de la crecida de los valores, registraron un desplome del 0,44 por ciento respecto a marzo.
En el mes, solo el etanol (0,92 por ciento) subió, mientras que el diésel (-2,25), el gas vehicular (-0,83) y la gasolina (-0,52) tuvieron una caída de los importes.
Lo anterior contribuyó a la desaceleración del grupo de transportes, que presentó un acrecentamiento del 0,56 por ciento en abril, tras variación del 2,11 registrada en el mes anterior.
Dentro del grupo, los billetes de avión subieron un 11,97 por ciento y fueron el aumento con mayor impacto en la inflación general.
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