Como antesala de su natalicio, el 13 de mayo, la sala Villena de la Uneac abrirá sus puertas para rendir tributo al creador de espacios con gran popularidad en la radio y la televisión cubanas, y quien colaboró continuamente con la revista Bohemia y el diario Juventud Rebelde.
Será una ocasión para recordar textos emblemáticos de este autor y adquirir El vecino de los bajos, volumen que recoge parte de sus crónicas de domingo en el citado periódico.
El homenaje de esta organización, de la cual fue vicepresidente, se inserta dentro del calendario de actividades que acontecerán en La Habana y en su natal Quemado de Güines, provincia de Villa Clara.
A partir del 14 de mayo, cada domingo, el sitio web de la Uneac publicará sus crónicas, reflejo de la identidad nacional.
Con ingeniosas manos prestigió la colección del mejor teatro vernáculo cubano y entre sus piezas sobresalen Dios te salve comisario, Voy abajo, El bravo, La sirvienta y Sí, señor juez.
De su creatividad también nacieron series televisivas como Si no fuera por mamá, Conflictos y Casos y cosas de casa, además de los libros Oye como lo cogieron, Yo vendí mi bicicleta y Mi vida al desnudo.
Por sus aportes al mundo de las letras le otorgaron varios reconocimientos, entre ellos, tres Premio Nacional, el de Periodismo José Martí en 2001, el de Humorismo en igual año y el de Radio en 2002.
Su fértil obra refleja con apego su aforismo: el humor sirve para decir las verdades más grandes del mundo, hacer reír sin ofender y sobre todo, criticar sin vulgaridades.
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