Ubicada en la periferia de la ciudad de Morón, en Ciego de Ávila, la iniciativa comunitaria tiene como premisa inculcar valores y educar a los habitantes, en especial a las nuevas generaciones, para lograr una transformación integral del barrio y defender las costumbres de sus ancestros.
La líder del proyecto, Esperanza Daudinot, señaló que disponen de áreas para las expresiones y prácticas culturales y trabajan en el fortalecimiento de la capacidad de gestión de los actores locales, con vistas a crear una visión integradora de los procesos de desarrollo encaminado a mejorar la calidad de vida de la población.
Yambambó es uno de las intenciones de la filial provincial de la Fundación Nicolás Guillen, cuyo objetivo es mantener vigente las prácticas haitianas en la colectividad, donde resaltan el tejidos con yarey, toque de tambor, elaboración de platos, danzas, trajes y bailes típicos del país caribeño, destacó.
Dentro de esa comunidad surgió el conjunto músico-danzario Fanm Zetwal, compuesto por 16 mujeres descendientes de Haití, fieles defensoras del poder femenino, la igualdad de género y de la música y danzas de sus antepasados.
Precisó que cuentan con el grupo infantil Renacer Haitiano, compuesto por niñas y niños del batey rural, y que marca la continuidad para resguardar las costumbres y manifestaciones culturales que trajeron los inmigrantes desde Haití en el pasado siglo.
Entre los principios del proyecto está conservar las creencias, hábitos y cultos de la nación antillana , por su engranaje a la cultura popular y tradicional de Cuba, manifestó Daudinot.
Fanm Zetwal, que significa mujeres estrellas, no solo defiende los toques del tambor mayor, rito legado por sus padres y abuelos, sino también conservan el canto en lenguaje creyol.
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