Beijing, la región autónoma de Zhang de Guangxi y las provincias de Jilin, Liaoning, Hebei, Tianjin, Shandong, Sichuan, Guangdong, Hainan y Yunnan tomaron esa medida, luego que el Centro Meteorológico Nacional pronosticó hasta 50 milímetros de lluvias por hora entre este viernes y mañana en sus territorios.
Incluso, la última demarcación y la región autónoma del Tíbet quedarán bajo el impacto del ciclón Mocha, que transita por la bahía de Bengala.
De manera general, las autoridades de esos territorios optaron por reducir las actividades en exteriores y regresaron a los puertos las embarcaciones menores, porque el fenómeno estará acompañado de vientos fuertes y descargas eléctricas que amenazan la vida humana.
Incluso, están listos para responder ante la alta posibilidad de inundaciones repentinas, marejadas peligrosas en zonas costeras, avalanchas y deslizamientos de tierra.
Aparte de las regiones mencionadas, continúa la contingencia en las provincias de Jiangxi y Fujian, tras las devastadoras lluvias reportadas entre el 4 y 9 de mayo, con saldo de medio millón de damnificados y daños millonarios en la economía.
Otra ronda de precipitaciones agobia esas localidades y se espera, como consecuencia, la crecida de muchos ríos hasta niveles de peligro.
China esta semana entró oficialmente en su período de inundaciones con riadas en Jiangxi, Fujian y otras regiones del oriente, centro y sur, que afectan la infraestructura habitacional, las vías públicas y los servicios de agua, electricidad y telecomunicaciones.
Muchas de las provincias agobiadas por los aguaceros el año pasado sufrieron sequías tan alarmantes, que secaron ríos e importantes fuentes de abastecimiento de agua.
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