La cancillería reclamó reabrir los cruces para permitir la entrada de suministros médicos y alimentarios, así como combustible y otros elementos esenciales para la vida de los ciudadanos.
A través de un comunicado, la diplomacia palestina calificó de flagrante violación del derecho internacional la negativa del gobierno de Tel Aviv a permitir la entrada de asistencia y suministros médicos y alimentarios a la sitiada Franja de Gaza.
En la declaración, el ministerio condenó las campañas racistas y los llamados de las autoridades israelíes, como Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, de cometer más asesinatos y a la reocupación de la Franja de Gaza, considerándolos como parte de una mentalidad expansionista de colonos.
Al mismo tiempo, la cancillería expresó asombro por el silencio de la comunidad internacional ante estos llamados y advirtió sobre el peligro de utilizarlos para escalar y ampliar la agresión y cometer más crímenes.
En este contexto, las Naciones Unidas expresaron su profunda preocupación por la continuación de los combates en Gaza y sus alrededores y la interrupción de la entrada de ayuda a la Franja, mientras que Israel cierra el cruce de Kerem Shalom.
De acuerdo con el portavoz Esteban Dujarric, el secretario general del organismo multilateral, António Guterres, pidió a las partes respetar el derecho internacional humanitario y condenó la matanza de civiles.
Fuentes palestinas expresaron al canal panárabe Al Mayadeen que las negociaciones de tregua en Egipto enfrentan grandes dificultades y hasta ahora no hay un avance real; pues Israel rechaza asumir un compromiso escrito o verbal para detener los asesinatos contra el pueblo.
Los informes médicos contabilizaron hasta el momento 33 palestinos fallecidos, incluidos seis niños y tres mujeres, y alrededor de 150 heridos desde el inicio de la operación militar el martes.
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