Según la Agencia de Información paraguaya, el emprendimiento impulsado por ambas naciones sudamericanas demuestra la voluntad política para llevar adelante el liderazgo mundial en generación de energía limpia al asumir más del 85 por ciento de la demanda eléctrica en el mercado paraguayo y el 12 por ciento de todo el consumo brasileño.
Otro programa neurálgico que permitirá a Itaipu fortalecer los sistemas eléctricos de Paraguay y Brasil en las próximas décadas es el Plan de Actualización Tecnológica activado en abril de 2022 y que demandará una inversión total superior a los 900 millones de dólares,
Este año, la entidad asumió nuevos desafíos como el pago de la deuda que posibilitó la construcción y equipamiento de la represa tras el abono de una última cuota ascendente a 115 millones de dólares que cerró el compromiso financiero de casi 50 años, refieren sus plataformas oficiales.
Desde sus inicios, Itaipú realiza un sólido aporte financiero al gobierno nacional que, en los últimos cinco años, recibió más de dos mil 777 millones de dólares por concepto de compensación por cesión de energía al tiempo que duplicó las inversiones a tono con su Responsabilidad Social y Ambiental, totalizando cerca de 220 millones de dólares.
Según afirman sus directivos, también apuestan por la expansión de los proyectos socioambientales con amplio impacto en la población así como la exploración y desarrollo de nuevas fuentes renovables, en particular, mantenimiento de la biodiversidad de la región y desarrollo sostenible de las comunidades que se encuentran en su área de influencia.
La Binacional protege más de 100 mil hectáreas de bosques y refugios, y es la primera central hidroeléctrica del planeta en ser admitida en la Red Mundial de Reservas de Biósfera por la Unesco, por sus ocho reservas naturales de importantes extensiones.
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