Esto se debe, fundamentalmente, al calentamiento del clima, al consumo humano insostenible y a la sedimentación, afirmaron los investigadores de las universidades de Colorado Boulder y de Kansas, Estados Unidos.
Los expertos crearon una técnica para medir los cambios en los niveles de agua en casi dos mil de los lagos y embalses más grandes del orbe, que representan el 95 por ciento del almacenamiento total del vital líquido en el planeta.
El equipo combinó tres décadas de observaciones de una serie de satélites con modelos para cuantificar y atribuir tendencias en el almacenamiento de lagos a nivel global.
Los resultados fueron asombrosos: el 53 por ciento de los lagos en el mundo experimentaron una disminución en el almacenamiento del vital líquido.
El cambio climático y el consumo humano de agua dominaron la disminución neta global del volumen de los lagos naturales y las pérdidas de agua en unos 100 de estos accidentes geográficos, destacaron los científicos.
Los autores de la investigación estimaron que aproximadamente una cuarta parte de la población mundial, dos mil millones de personas, reside en la cuenca de un lago que se está secando.
Esto indica —resaltaron— una necesidad urgente de incorporar el consumo humano, el cambio climático y los impactos de la sedimentación en la gestión sostenible de los recursos hídricos.
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