La cumbre de «curación de las heridas», así calificó el titular libanés la 32 reunión del Consejo de la Liga Árabe, al estar precedida por un acuerdo para restaurar las relaciones a la normalidad entre Arabia Saudita e Irán, así como el regreso de Siria al bloque regional.
Antes de abordar el escenario nacional, Mikati hizo hincapié en los problemas y cuestiones árabes, desde la causa del pueblo palestino hasta los más de ocho años de guerra en Yemen y el conflicto en Sudán.
Sobre la crisis libanesa, el jefe del gabinete apuntó el agravamiento de las condiciones de vida debido al vacío de poder y la imposibilidad de elegir al nuevo presidente de la República desde hace más de seis meses.
En la ocasión, el primer ministro subrayó que la larga duración de la crisis, la incapacidad de abordarla y el enorme aumento del número de personas refugiadas hacen de este archivo superar las capacidades de Líbano.
A propósito, mencionó las problemáticas de infraestructura, influencias sociales y repercusiones políticas a nivel mundial; al tiempo que defendió el derecho natural de los desplazados a regresar a sus ciudades y pueblos.
En esta línea de pensamiento, indicó que este expediente no podrá solucionarse sin la combinación de los esfuerzos árabes, el apoyo de la comunidad internacional, y en comunicación y diálogo con la hermana Siria.
Durante su discurso, Mikati reiteró el respeto de Líbano por todas las resoluciones internacionales sucesivas emitidas por el Consejo de Seguridad de la ONU y las decisiones de la Liga Árabe y su carta, y su compromiso de implementar sus disposiciones.
También afirmó, en nombre del país, respetar los intereses de las naciones hermanas, su soberanía y seguridad social y política; así como combatir la exportación de contrabando hacia ellos y todo lo que perjudique la estabilidad.
Antes de finalizar, agradeció el apoyo de los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo por brindar oportunidades laborales a los libaneses en sus tierras y dentro de las instituciones públicas y privadas.
En este contexto, destacó la ayuda de Iraq y deseó el regreso del resto de las naciones árabes a Líbano.
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