La armada enemiga abrió fuego y cañones de agua hacia embarcaciones de pescadores frente a las costas de la ciudad de Gaza, Khan Younis y Rafah en el norte y sur de la Franja.
De acuerdo con la agencia Wafa, las fuerzas navales obligaron a los palestinos a abandonar el área y regresar a la costa sin poder cumplir con su trabajo.
En este contexto, las autoridades del régimen confiscaron una porción de tierra en la aldea de Shufa, al sureste de la ciudad de Tulkarem, en el norte de Cisjordania.
Según el activista local, Murad Droubi, los residentes del poblado están sujeto diariamente a restricciones, con el objetivo de controlar el resto de su tierra en beneficio del asentamiento de colonos de Avni Hefitz.
Al mismo tiempo, las principales entradas a la localidad de al-Mughayyer, al este de Ramala, permanecen selladas por los soldados israelíes por octavo día consecutivo.
Reportes locales informaron que como consecuencia del cierre, los ciudadanos están obligados a usar rutas alternas y largas para entrar o salir del pueblo.
Tales acciones forman parte del castigo colectivo de Israel contra las aldeas palestinas, que son objeto de constantes ataques de los colonos, que dañan propiedades y cortan árboles, y de redadas de soldados.
En su informe quincenal, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas confirmó la muerte de 141 palestinos a manos de fuerzas israelíes en Gaza y Cisjordania en 2023.
A propósito, la institución subrayó que en este período la entidad sionista demolió, confiscó u obligó a las personas a destruir 42 estructuras en Jerusalén Este y el Área C de Cisjordania, incluidas 17 viviendas.
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