El encuentro con la Representante Especial de las Naciones Unidas sobre Violencia Sexual en Conflictos Armados, Pramila Patten, y la relatora especial sobre trata de personas, especialmente mujeres y niños, Siobhán Mullally, tuvo como propósito evaluar el panorama actual de las víctimas e identificar los aportes que podría compartir Naciones Unidas en este campo.
Este espacio, impulsado por la Consejería Presidencial para la Reconciliación Nacional a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, sirvió para escuchar mejores prácticas y retos para prevenir la violencia sexual en el conflicto.
ONU Mujeres considera que el trabajo articulado de las entidades es clave para que las colombianas vivan libres de violencias.
«Es importante tener un marco legislativo integral, pero también para abordar los procedimientos y obstáculos. Debemos hacer una autoevaluación para saber en dónde están los cuellos de botella y asegurar que los procedimientos sean abordados de manera adecuada», afirmó Pramila.
Los retos que se enfrentan en materia de atención y reparación son difíciles, no solo a nivel nacional, también mundial, agregó.
Instó, en ese sentido, a «responder de manera humana a las sobrevivientes, desde las capacidades y roles de cada entidad».
Felicitó a las autoridades por su trabajo en esa área y aseguró que el país cuenta con el apoyo de Naciones Unidas y ONU Mujeres.
La Representante Especial de Naciones Unidas compartió un espacio solo con mujeres víctimas de la violencia sexual en el marco del conflicto armado y representantes de organizaciones sociales de la zona norte de Colombia, para conocer los desafíos y acciones de prevención y respuestas de la violencia sexual en el país.
La jornada contó con la participación de la Consejera Presidencial para los Derechos Humanos, Jenny de la Torre, y delegados de la Gobernación de Bolívar, entre otros.
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