En su discurso con motivo por el Día de la Resistencia y la Liberación, Nasrallah resaltó los sacrificios en la victoria y el apoyo del Ejército y las fuerzas de seguridad de Líbano; así como de Siria, las frentes palestinos y todos los líderes para poner fin al «Gran Israel».
La autoridad destacó el papel de los mártires, heridos, prisioneros liberados, combatientes y sus familias para derrotar a un enemigo que se esconde detrás de muros y es incapaz de imponer sus condiciones en ninguna negociación con el pueblo palestino.
El jefe de la Resistencia islámica libanesa puntualizó que la batalla continúa contra el ente de Tel Aviv y cuentan con el apoyo de Irán y Siria.
Nasrallah indicó que en el presente no hay una hegemonía estadounidense en el mundo y las cosas avanzan hacia el multilateralismo.
En sus palabras, subrayó que las posiciones del presidente iraní, Ebrahim Raisi, durante su reciente visita a Damasco tras 12 años de guerra global en este país confirman la coherencia del eje de la resistencia.
A su juicio, la corriente tiene hoy una excelente capacidad humana, moralmente, como en Cisjordania, Jerusalén y la región.
En medio de las amanezas del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la máxima figura de Hizbulah aseguró que cualquier gran guerra incluirá todas las fronteras y sus áreas y campos serán reducidos por cientos de miles de combatientes.
A propósito, apuntó la pérdida de individuos influyentes en la entidad enemiga, a cambio de la abrumadora confianza en el eje de la resistencia, sus líderes y el desarrollo de las capacidades de las fuerzas militares.
En este sentido, expresó que el régimen sionista logró normalizar las relaciones con algunos países árabes, pero no pudo con el pueblo, pues crece la confianza en la resistencia frente a una cultura de entrega, sumisión y compromisos.
Al abordar temas nacionales, Nasrallah manifestó que la ecuación del ejército, el pueblo y la resistencia protegió al Líbano, y la seguridad representa un requisito previo para cualquier solución económica y política.
Sobre la cuestión del gobernador del Banco Central, Riad Salameh, el secretario general añadió que dimite él o el poder judicial asume la responsabilidad porque el gobierno interino no tiene capacidad para destituirlo.
En relación al expediente de los refugiados sirios, comentó que puede resolverse mediante la decisión de enviar una delegación del gabinete de Líbano al país vecino y establecer conversaciones.
Las fuerzas de Israel invadieron la nación de los cedros en 1982 y su presencia quedó reducida con el tiempo a la región sur hasta el triunfo de los combatientes de la resistencia libanesa el 25 de mayo del 2000.
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