De acuerdo con reportes locales, los combatientes se enfrentaron al allanamiento de las fuerzas de ocupación en medio del despliegue de francotiradores en los tejados de las casas, el cierre de caminos y la demolición de un muro externo dentro del campamento.
La agencia Newpress indicó que la acción militar en el campamento de Aqabat Jabr es similar a la de hace unos días en Balata en Nablus, en la continuación de la campaña de redadas israelíes contra combatientes palestinos.
Según el Ministerio de Salud, ocho ciudadanos resultaron heridos de bala en las extremidades inferiores, incluida una crítica en la arteria principal.
A la luz de la persistente agresión del Ejército de Tel Aviv a los territorios ocupados, el Comité Ejecutivo de la Organización de Cooperación Islámica destacó ayer el derecho del Estado de Palestina a la soberanía sobre la ciudad de Jerusalén Este.
Mediante un comunicado, el ente denunció que Israel, la potencia ocupante, no tiene derecho ni soberanía sobre Jerusalén y sus lugares sagrados islámicos y cristianos.
También afirmó que la incursión del ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha israelí, Itamar Ben-Gvir, en la mezquita de Al-Aqsa y la violación de su santidad es un paso provocador que se condena en los términos más enérgicos y representa una violación flagrante e inaceptable del derecho internacional.
Por su parte, exigió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas trabajar de inmediato para poner fin a los ataques del gobierno de Tel Aviv contra el pueblo palestino que amenazan la seguridad y la estabilidad en la región.
Como consecuencia de los crímenes israelíes en Gaza y Cisjordania, un total de 141 palestinos, incluidos niños y mujeres, perdieron la vida en 2023, según el informe de la primera quincena de mayo de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
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