Los departamentos locales de dicho despacho alertan sobre criminales que usan esa tecnología para hacerse pasar por amigos, allegados o empresas, pedir ayuda financiera y estafar a individuos.
Incluso, mencionaron recientes casos que incluso engañaron a las víctimas al imitar voces y copiar la apariencia de personas conocidas, en vídeollamadas.
Las autoridades insisten en proteger a toda costa la información personal, no proporcionar fotografías, huellas dactilares u otro dato biométrico hasta tener seguridad, ni compartir con extraños detalles de cuentas bancarias o de identidad.
Recientemente la Administración de ciberseguridad de China sometió a consultas el borrador con regulaciones precisas que deben seguir los desarrollares de servicios y productos basados en el ChatGPT para evitar conductas consideradas ilegales.
Las normas buscan frenar cualquier forma de sesgo, noticias falsas, terrorismo o contenidos antisociales en las versiones de la polémica herramienta sustentada en IA, que preparan las empresas locales.
También priorizan la protección de archivos privados y el apego a las leyes, además de prohibir la creación de perfiles de los usuarios sobre la base de los metadatos y modificar bajo ningún concepto la información personal.
Según el borrador, si se descubre o denuncia alguna violación a dichas disposiciones primero se aplicará una suspensión por tres meses y, en caso de reincidencia, el infractor enfrentará hasta 100 mil yuanes de multa (14 mil 520 dólares) y el cese definitivo del programa.
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