El titular de esa agrupación, Ovidio Saavedra, indicó a la prensa que la crítica situación deja al gremio en una posición vulnerable ante la posibilidad de que se conforme el fenómeno de El Niño durante la segunda mitad del año.
Saavedra reveló que el pasado martes 23 de mayo solicitaron al Ministerio de Desarrollo Agropecuario que declare el “estado de emergencia”, con el fin de que se liberen fondos para la compra de insumos al sector productivo.
Explicó que la estación de lluvias, que se extendió más de lo normal a finales de 2022, impidió que el pasto mejorado que utilizan los ganaderos completara su ciclo de crecimiento, dejándolo debilitado frente a la falta de agua producto de la estación seca.
Producto de la falta de agua, sumado a la escasez de insumos para la alimentación, la producción de derivados como la leche ha disminuido durante 2023, precisó.
Aunque en los últimos días se han registrado lluvias en zonas ganaderas en las provincias de Darién, Panamá Oeste, Bocas del Toro y Chiriquí, y en algunos puntos del Arco Seco que conforman las provincias de Herrera, Los Santos y Coclé, todavía la intensidad de las mismas es baja.
Un informe del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá indica que el mes mayo será de transición, donde se empezarán a generar aguaceros desde moderados hasta muy fuertes con mayor cobertura en la vertiente del océano Pacífico.
No obstante, indica el documento que, julio se caracterizará por una marcada disminución de las lluvias después de que se produzca el primer máximo de lluvias durante el mes de junio.
Por el momento, hay un 80 por ciento de probabilidades de que este año ocurra El Niño, que se caracteriza por un aumento de las temperaturas a nivel global y ausencia de lluvias en el Pacífico.
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