A través de un comunicado, la institución indicó que todas las decisiones aplicadas se toman con total transparencia y de acuerdo con el compromiso de la ONU con su misión humanitaria.
En este sentido, precisó que tales medidas incluyen aquellas relacionadas con los programas de ayuda y sus enfoques adoptados, que responden a la investigación de hechos sólidos.
A propósito, la ONU enfatizó el apoyo al pueblo y al gobierno libanés en el contexto de la crisis y renovó la promoción de un entorno de colaboración al servicio de quienes más necesitan asistencia, incluidos los refugiados.
Esta decisión de Naciones Unidas sucede tras una rueda de prensa ofrecida el viernes por el titular de Asuntos Sociales, Héctor Al-Hajjar, en la que anunció la negativa del ministerio a dolarizar la ayuda a los desplazados.
Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, aproximadamente 1,5 millones de sirios residen en suelo libanés, de los cuales cerca de 900 mil están registrados y la mayoría presentan dificultades para pagar la electricidad, el agua, la educación, la salud y la alimentación.
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