El acuerdo debe tener importantes repercusiones para las Américas, donde viven más de 62 millones de personas pertenecientes a pueblos originarios, las cuales tienen derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.
Durante un evento paralelo para debatir sobre este tema, el subdirector interino de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Marcos Espinal subrayó que las poblaciones indígenas de las Américas tienen más probabilidades de sufrir tasas más elevadas de enfermedades infecciosas, como tuberculosis y mayores niveles de enfermedades no transmisibles, como diabetes.
Al respecto, resaltó la trascendencia de la resolución para la región, porque se basa en estrategias que abordan los contextos ambientales y sociales específicos en los que viven las personas indígenas.
Mencionó que se incluyen medidas que abordan los determinantes sociales de la salud, como la pobreza, las viviendas precarias y la falta de acceso a la educación, las oportunidades económicas, la protección social y el agua y saneamiento, que afectan de forma desproporcionada a estas poblaciones.
Dado que las mujeres indígenas también sufren peores resultados en materia de salud materna, el acuerdo se centra especialmente en garantizar la salud de las madres y de las adolescentes, incluido el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
El documento también pide que se invierta más en la formación del personal sanitario indígena y que se elaboren planes para incorporar de forma segura la medicina tradicional y complementaria basada en pruebas a los servicios tradicionales de salud.
Durante la presentación de la resolución, los delegados de los países de las Américas insistieron en la importancia de asegurar un enfoque intercultural e intersectorial en el desarrollo de políticas indígenas que superen las barreras de género, ubicación geográfica, edad, lengua y conectividad digital.
La OPS trabaja con las naciones de la región en la implementación de la Estrategia y Plan de Acción sobre Etnicidad y Salud 2019-2025, alineada con los compromisos mundiales para garantizar el derecho a la salud de los pueblos nativos.
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