De esas cifras el 78 por ciento son ocasionadas por el consumo directo y 22 por ciento por humo ajeno.
Mientras, algunos intentan “engañarse” usando los vapeadores que causan el mismo daño que los cigarros tradicionales, indican estudios especializados.
Los cigarrillos electrónicos son dispositivos alimentados por baterías que las personas usan para calentar líquidos y obtener un vapor que se puede inhalar. También se les llama cigarros electrónicos, vapeadores o vaporizadores. Es puro engaño, pues igual afectan a la salud.
Aquí, en ocasión de la jornada contra el tabaquismo, el Fondo Solidario para la Salud (Fosalud) se unió con la campaña «¡No caigas en el engaño!» Vapear es tan dañino como fumar», para concientizar sobre los daños que causan los nuevos engaños llamados vapeadores o cigarrillos electrónicos.
En este país hay un notable descenso del consumo de cigarrillos tradicionales pese a los bajos precios de una oferta subterránea de marcas que entran clandestinas al país.
El consumo de cigarrillos electrónicos y cigarrillos tradicionales actualmente es lo mismo, pero incluso, los “vapeadores” enmascaran el consumo de narcóticos, algo que parece ser una práctica normal en algunos escenarios sociales pudientes.
Esa prevalencia significa que aproximadamente el mismo número de personas en el país está utilizando cigarrillos electrónicos y cigarrillos tradicionales.
El peligro se mantiene, aunque se enmascare, el “cigarrillo electrónico” contiene una dosis alta de nicotina, y causa igual grave daños en la persona que los utiliza.
Los vapeadores y cigarrillos electrónicos, según estudios especializados, contienen un líquido altamente perjudicial y los que inhalan hacen que químicos y sustancias cancerígenas lleguen a sus pulmones, aseguran expertos de salud.
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