Ese número poblacional significa el 19 por ciento de quienes pueden pasar hambre debido a la poca producción agrícola este 2023 (una fuerte alza de 2,5 millones), subrayó la organización dedicada a apoyar y promover la industria nacional.
La crisis impactará en el consumo privado, la contratación de trabajadores estacionales y los productos de la canasta básica y la ampliada, de acuerdo con el ente.
Ante tal escenario, pidió al Gobierno, a las municipalidades, embajadas y demás entidades a cargo de la seguridad alimentaria de los guatemaltecos, elaborar propuestas, e instó a tratar el problema de forma inmediata y salvaguardar la calidad vida de las personas de la tierra del quetzal.
Un informe reciente de las Naciones Unidas alertó que El Niño aumentará aún más los precios e incrementará la inseguridad alimentaria aguda previsiblemente en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.
Los pronósticos estacionales sugieren una alta probabilidad de lluvias por debajo del promedio y temperaturas por encima en el período de junio a agosto, indicó el texto.
Es “probable que las condiciones secas en este período afecten la cosecha principal de maíz en etapas críticas para el rendimiento de los cultivos, con efectos adversos en la producción”, añadió.
“Se espera que la sequía persista de agosto a octubre próximos, lo que posiblemente también impacte la cosecha principal de frijol”, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y el Programa Mundial de Alimentos.
Después de tres años, La Niña da paso a El Niño, con estimaciones de su desarrollo progresivo hasta un 35 por ciento entre mayo y junio, para luego llegar en julio agosto a un 55.
Este país espera afectaciones principalmente en los departamentos del oriente, como El Progreso, Chiquimula, Zacapa, Jutiapa y Chimaltenango y parte de Ciudad de Guatemala.
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