Tras referir que las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, en inglés) bombardearon y quemaron numerosas casas, la desplazada capitalina Zeinab Idris Ahmad y otros pobladores sostuvieron que sus hijos carecen de camas y de colchones para dormir, entre otras dificultades.
Otra mujer sin techo, Hiba al-Rashed Mohammed, expresó en medio de un paisaje desolador, con temperaturas ascendentes a unos 40 grados Celsius, que “nuestros niños se encuentran enfermos”, en medio del actual conflicto armado entre el Ejército nacional y las RSF.
Directores de centros de salud en diversas partes del país denunciaron, por su parte, que en esos lugares el personal médico no dispone de suficientes medicamentos, lo cual agrava el panorama sanitario en las localidades.
Pobladores en Sudán temen que la situación se deteriore aún más luego de que en las últimas horas aumentó la intensidad de los choques armados entre las tropas gubernamentales y las RSF.
Informes de organizaciones médicas estiman que debido a la guerra las muertes de civiles en Sudán sobrepasan el millar, con más de seis mil heridos y numerosos desaparecidos y desplazados.
Los choques armados en territorio sudanés estallaron el pasado 15 de abril por contradicciones entre los liderazgos de las tropas gubernamentales y de las RSF, en relación con la integración de ese último ente al Ejército.
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