«Es una lucha que hemos librado durante más de 35 años y que finalmente dejará de ser un sueño», escribió en redes sociales la ministra de Mujeres, Cida Gonçalves, para celebrar la aprobación.
Rasgueó que resulta «simbólico que esta sea la primera proposición del Ejecutivo a ser aprobada en el Congreso Nacional este año. Denota un tiempo en que las mujeres serán prioridad», subrayó.
El texto aprobado en el Senado mantuvo las enmiendas realizadas en la Cámara de Diputados, instancia en que la ley fue aprobada a principios de mes.
Tal contenido modifica la llamada Consolidación de las Leyes del Trabajo para definir que la igualdad salarial será obligatoria.
Para ello, establece mecanismos de transparencia y de remuneración a seguir por las empresas, determina el aumento de la fiscalización y prevé la aplicación de sanciones administrativas
La tasación de la multa fue modificada en la Cámara baja y la decisión de los diputados fue mantenida por los senadores.
En caso de segregación por razón de sexo, raza, etnia, origen o edad, además de las diferencias salariales, el empleador deberá pagar multa administrativa equivalente a 10 veces el valor del nuevo salario.
La iniciativa es una promesa de campaña de Lula que tuvo el apoyo de la entonces candidata y ahora ministra de Planificación, Simone Tebet, quien respaldó al fundador del Partido de los Trabajadores en la carrera electiva hacia el poder.
El texto aprobado será remitido a la Presidencia para su sanción.
A inicios de mayo, el ministro de Trabajo y Empleo, Luiz Marinho, reconoció que las mujeres sufren actualmente con salarios desiguales y falta de oportunidades.
«Es nuestra tarea minar todo prejuicio, sea de raza, de cuño religioso y de diferencia entre hombres y mujeres», remarcó Marinho en aquella ocasión.
Señaló que su cartera todavía está en transición, «entre los escombros del desastre que sufrimos en Brasil», en una mención indirecta al gobierno (2019-2022) del derrotado mandatario Jair Bolsonaro.
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