Las vacunas suministradas por Unicef permitirán inmunizar a 370 mil niños mientras que la ayuda de la Organización Mundial de la Salud alcanza las 170 toneladas pese a los combates en curso, dijo Farhan Haq, portavoz adjunto del secretario general, António Guterres.
Por su parte, el Fondo de Población de la ONU (Unfpa) advirtió que la escasez de combustible y los cortes de electricidad obligan a muchos hospitales del país a suspender los servicios de atención obstétrica y neonatal de emergencia.
Unfpa mantiene el respaldo a algunas de las pocas instalaciones que funcionan en la capital, Jartum, pese a que los cortes de energía y la falta de combustible amenazan su funcionamiento.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos descargó medio millón de litros de combustible en Port Sudan, y busca entregar cantidades adicionales de combustible y alimentos.
Este viernes, el PMA condenó los ataques a sus almacenes en El Obeid la víspera, hecho que obstaculiza los esfuerzos para mantener el apoyo a los necesitados, aseguraron sus representantes.
Este robo de alimentos y bienes humanitarios socava totalmente estas operaciones en un momento crítico para el pueblo de Sudán.
La ciudad de El Obeid, capital del estado de Kordofán Norte, acoge una de las principales bases logísticas del PMA en África y funciona para las operaciones en Sudán y Sudán del Sur, según funcionarios de ese organismo de ONU.
El PMA calcula las pérdidas en más de 60 millones de dólares desde el inicio de los combates, y afectaciones para más de 19 millones de personas, el 40 por ciento de la población del país.
Testigos presenciales indican que los disparos de artillería pesada y los bombardeos continuaron en Jartum y en el sur de las vecinas Jartum Norte y Um Durman, sede de las principales bases de los paramilitares.
El conflicto deja ya más de mil muertos y casi un millón y medio de desplazados, según datos de la ONU.
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