Todos los casos involucran especies de aves silvestres, es decir, que viven libres en la naturaleza.
En el gigante sudamericano no hay focos de gripe aviar en aves de granja, o sea, volcadas para la alimentación.
No hay registros de contaminación de la enfermedad a partir del consumo de pollo o huevos debidamente preparados, afirma la Organización Mundial de la Salud.
Determinada literatura de sanidad animal indica que el H5N1 es un subtipo del virus influenza que afecta predominantemente a las aves. Es menos común en mamíferos y humanos.
La gripe aviar fue diagnosticada por primera vez en aves en 1878 en Italia.
Sin embargo, el H5N1 solo fue aislado por científicos más de 100 años después, en 1996, en gansos en la provincia de Guangdong, en el sur de China.
Los virus influenza se dividen entre los de baja patogenicidad (LPAI, leve) y los de alta (HPAI, grave).
En el caso de los primeros afecta a las aves de forma más suave y, a menudo, asintomática. La mortalidad resulta menor.
Ya en los del alta, la enfermedad se manifiesta de forma más grave, se propaga rápidamente y tiene un alto índice de muertes.
La cartera de Agricultura detectó anoche el virus de la influenza aviar de baja patogenicidad (H9N2) en un pato de vida libre, de la especie Cairina moschata, en la ciudad de Pará de Minas, estado de Minas Gerais (sudeste).
El registro no tiene relación con los focos de H5N1 en el país y no requiere la aplicación de medidas de emergencia.
«La influenza aviar de baja patogenicidad no es una enfermedad de notificación obligatoria a la Organización Mundial de Sanidad Animal y no trae restricciones al comercio internacional de productos avícolas brasileños», precisa el ministerio.
Evidencias de presencia de otros virus de influenza aviar de baja patogenicidad ya fueron encontradas en Brasil anteriormente.
Según la cartera, estos virus circulan de manera normal en poblaciones de aves silvestres, principalmente las acuáticas, en todo el mundo, causando enfermedad leve o asintomática en domésticas y salvajes.
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