En una carta final, el foro recuerda que la política de hostilidades del anterior gobierno de Donald Trump en Estados Unidos implementó, a partir de 2017, medidas y acciones inéditas contra el pueblo cubano.
La misiva denuncia que esa administración aplicó más de 240 medidas dirigidas a recrudecer el asedio económico que, ni durante la pandemia de Covid-19, fue atenuado.
Todo lo contrario, apunta, «prevaleció una política de rencor y odio de Estados Unidos contra Cuba, que buscó aumentar los problemas económicos del pueblo de la isla para que éste se levantara contra la Revolución».
Sin embargo, refiere el texto, una vez más el intento fue derrotado. «El alto grado de conciencia revolucionaria del pueblo cubano supera las dificultades impuestas por el bloqueo», argumenta.
La convención indica que Washington siempre teme al paradigma «socialista de soberanía nacional y popular» de Cuba, «cuyos logros sociales garantizados por su Revolución, se extiendan y sirvan de ejemplo por toda la Patria Grande».
Ante tal realidad, apunta el contenido, «utilizan de todo el arsenal mediático que controlan para difundir mentiras sobre la Revolución y sus conquistas».
Por lo anterior, el movimiento brasileño ratifica que «somos solidarios con la Revolución cubana. Defenderla de la injerencia del imperialismo estadounidense significa, también, defender la soberanía de todos los pueblos de América Latina y el Caribe».
Alerta que todos nuestros países, a excepción de la isla caribeña, son víctimas de una política imperial que quiere mantenernos en una condición dependiente y, en cierto sentido, colonial.
«Cuba es un faro que señala el camino de lo que América Latina puede ser y que con certeza será», apunta.
Defender a Cuba, subraya finalmente la convención, «ser solidario con la lucha de su pueblo y con una experiencia de construcción socialista única en nuestro continente, también es una forma de defender a Brasil».
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