De acuerdo con la Oficina de Información de Prisioneros, el régimen carcelario practica el delito de homicidio lento contra Daqqa, de 62 años, y retenido en el centro de Ramla a pesar de su estado de salud.
Las autoridades israelíes niegan su libertad en medio de la necesidad de recibir tratamiento debido a un cáncer en la médula ósea y sucesivos problemas tras la extirpación de partes de los pulmones que le realizaron hace más de un mes.
Esta semana, el Comité de Libertad Condicional del Servicio Penitenciario de Tel Aviv rechazó la solicitud de liberación anticipada del detenido para dificultar la atención médica fuera de los penales.
Nacido en la ciudad árabe de Baqa al-Gharbia, en los territorios ocupados en 1948, Daqqa fue detenido el 25 de marzo de 1986 y completó su sentencia de 37 años hace meses.
Sin embargo, el ente sionista aún lo retiene por dos años más en un caso fabricado relacionado con la introducción de teléfonos móviles en prisión.
Ante este panorama, la familia de Daqqa y la campaña para su liberación calificaron tal postura de sentencia de muerte al retrasar su salida de la cárcel a pesar de la gravedad de su estado de salud, que fue reconocido incluso por el informe del Servicio de Prisiones de Israel.
Según datos oficiales, hasta abril de este año alrededor de cuatro mil 900 palestinos sufren de las atrocidades israelíes en las prisiones, entre ellos 160 niños y 31 mujeres.
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