Todos los casos involucran especies de aves silvestres, es decir, que viven libres en la naturaleza.
En el gigante sudamericano, no hay focos de gripe aviar en aves de granja, o sea, volcadas para la alimentación.
Tampoco hay registros de contaminación de la enfermedad a partir del consumo de pollo o huevos debidamente preparados, como indica la Organización Mundial de la Salud.
En el estado Espíritu Santo (sudeste, registrados 14), fueron confirmados dos nuevos focos en el municipio de Vila Velha, siendo un ave treinta-réis de bando (Thalasseus acuflavidus) y una gaviota de cabeza gris (Chroicocephalus cirrocephalus)
También en Río de Janeiro (seis focos) se ratificó otro caso, un ave Fragata (Fregata magnificens), encontrada en el municipio de Niterói.
Con un solo foco aparece otra división territorial, Rio Grande do Sul.
Determinada literatura de sanidad animal indica que el H5N1 es un subtipo del virus influenza que afecta predominantemente a las aves. Es menos común en mamíferos y humanos.
La gripe aviar fue diagnosticada por primera vez en aves en 1878 en Italia.
Sin embargo, el H5N1 solo fue aislado por científicos más de 100 años después, en 1996, en gansos en la provincia de Guangdong, en el sur de China.
Los virus influenza se dividen entre los de baja patogenicidad (LPAI, leve) y los de alta (HPAI, grave).
En el caso de los primeros afecta a las aves de forma más suave y, a menudo, asintomática. La mortalidad resulta menor.
Ya en los del alta, la enfermedad se manifiesta de forma más grave, se propaga rápidamente y tiene un alto índice de muertes.
Evidencias de presencia de otros virus de influenza aviar de baja patogenicidad (H9N2) ya fueron encontradas en Brasil anteriormente.
Según la cartera, estos virus circulan de manera normal en poblaciones de aves silvestres, principalmente las acuáticas, en todo el mundo, causando enfermedad leve o asintomática en domésticas y salvajes.
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