El documento exige la exclusión de algunas empresas de la lista de quienes apoyan los esfuerzos de Rusia para superar las sanciones occidentales.
Sin embargo, según él, no existen hay objeciones sistémicas de los países de la UE al nuevo proyecto de sanciones de la Comisión Europea (CE).
Anteriormente, la edición europea del periódico Politico, al citar fuentes del país, asevero que la discusión sobre las sanciones se pospuso por una semana, hasta el 14 de junio.
La CE presentó el miércoles pasado en una reunión de embajadores de la UE una nueva versión de las propuestas, después que el borrador inicial del paquete de acciones punitivas económicas fuera bloqueado en mayo, pero estas tampoco alcanzaron un acuerdo.
La jefa de la CE, Ursula von der Leyen, y el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, anunciaron repetidamente que las próximas sanciones endurecerán los mecanismos de su aplicación.
Según ellos, las restricciones económicas deberían aplicarse a las empresas de terceros países que reexportan mercancías restringidas a Rusia.
A finales de mayo, varios medios europeos y fuentes diplomáticas informaron que el proyecto inicial de sanciones de la CE fue rechazado y enviado a revisión por los países de la UE, que temen que tales medidas contribuyan al aislamiento del bloque en el mundo.
Tras el comienzo el 24 de febrero del año pasado de la operación militar especial rusa en respuesta a una solicitud de ayuda de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk para repeler la agresión de Kiev, varios países de Occidente y sus aliados respondieron al imponer sanciones masivas contra el gigante euroasiático y comenzaron a suministrar armas a Ucrania.
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