Así lo informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el cual confirmó que por primera vez desde agosto de 2021 la inflación anual se ubicó por debajo de 6,0 por ciento.
La baja está recargada en los energéticos -sobre todo en las tarifas de electricidad, debido a subsidios temporales en 11 ciudades-, mientras los alimentos y bebidas procesadas siguen siendo de los insumos que mayor presión representan al alza.
Los expertos estiman que seguirá bajando por menores costos en bienes importados, la apreciación del peso y unos precios no subyacentes relativamente estables. Sin embargo, un mayor crecimiento de la economía y una inflación subyacente que aun enfrenta resistencia a la baja, podrían incidir en sentido contrario, advierten.
El Inegi reportó que en mayo la inflación no subyacente –bajo la cual se agrupan los insumos y servicios más propensos a variar– fue de 1,24 por ciento a tasa anual, su nivel más bajo en 29 meses. Cayeron 5,48 por ciento los precios de los energéticos, pero hubo incrementos en el resto de sus componentes.
Sin embargo, los agropecuarios aumentaron 4,95 por ciento y las tarifas autorizadas por el Gobierno, 6,99 por ciento. La inflación subyacente –el componente duro del indicador de precios– aumentó 7,34 por ciento anual, sobre todo impulsada por alimentos y bebidas procesados, que se dispararon 11,44 por ciento en un año.
No obstante, la subyacente tuvo su menor variación anual en 12 meses, mientras su resultado mensual hace que, en general, el reporte de precios sea alentador y de continuar esta inercia seguimos pensando que Banco de México mantendrá abierta la puerta para flexibilizar su postura hacia finales de año, publicó el área de análisis de Citibanamex.
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