Este es un país productor de alimento, suficiente para satisfacer las necesidades de su población, “es rico en recursos naturales, sin embargo, cientos de miles de paraguayos pasan hambre”, añadió el también arzobispo de Asunción durante una misa reseñada por el diario.
Las familias empobrecidas “sufren múltiples privaciones por la inequidad en la distribución de los bienes materiales y, por qué no, espirituales», subrayó el dignatario eclesiástico al dirigirse en la homilía “a los católicos con responsabilidades políticas, sociales y económicas”.
El cardenal lamentó los asesinatos, secuestros, extorsiones y el mal que hacen las drogas, durante la misa por la Solemnidad del Corpus Christi en la Catedral Metropolitana de Asunción.
La autoridad religiosa instó “a asumir un verdadero compromiso con el bien común de la nación”, al apelar «a todas las personas de buena voluntad en cuyas manos están las decisiones que afectan la vida, los bienes y la dignidad de nuestro pueblo».
“Busquemos la reconciliación y la comunión entre paraguayos por medio del diálogo social sincero, con sentido de patria y con mucho amor”, agregó el obispo y llamó “a la paz, la concordia, la reconciliación y el respeto a la vida humana”.
El cardenal convocó, además, a eliminar los atentados y agresiones contra la vida en todas las etapas de la vida, la violencia en familias y comunidades, mediante “feminicidios, infanticidios, homicidios, amenazas de muerte, extorsiones, secuestros y tráficos de personas”.
npg/apb