Muchachadas recorren las calles de esta ciudad con bandera en ristre y al grito de «Campeones».
Desde los balcones muchos repiten la consigna y dan muestras de alegría ante un triunfo deseado, y al final conseguido frente a respetado rival.
En la ruta que recorre la Rambla montevideana, frente al ancho Río de la Plata, desfilan los autos con banderas nacionales y sonando a todo dar.
Los «gurises» como llaman aquí a los niños, son los «héroes», repiten ahora comentaristas deportivos y sus entrevistados en los medios televisivos de televisión.
Para Uruguay es una revancha, luego de no llegar a la final del Mundial de Qatar, donde no superaron la etapa previa pese a ganar a Ghana, en una formula de puntos de la FIBA.
Para la celeste juvenil fue la vencida luego de llegar en dos ocasiones anteriores a las semifinales mundiales de la categoría. Lo mismo ocurrió a su rival, Italia, que no pudo conseguir romper el maleficio.
En esta capital suenan los artificios y el presidente Luis Lacalle Pou dejó un mensaje de felicitación.
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