El documento que oficializa una contribución voluntaria de Oslo de 45 millones de dólares fue suscrito por la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, y el embajador noruego Halvor Hvideberg, quien estuvo acompañado por la ministra de Desarrollo Internacional del país nórdico, Anne Beathe Tvinnereim.
Según el ente multilateral, los recursos permitirán impulsar iniciativas de educación para la salud y el bienestar y apoyar a migrantes y refugiados vulnerables.
En ese sentido, mencionó entre los beneficiados el programa Pasaporte Unesco, destinado a reconocer cualificaciones académicas, profesionales y vocacionales de migrantes y refugiados, en aras de que puedan acceder a oportunidades de estudio en el extranjero.
Azoulay agradeció la contribución noruega y destacó su alcance plurianual.
“No hay paz ni desarrollo sostenible sin educación. Gracias a esta financiación de Noruega, intensificaremos la acción en el mundo para garantizar el derecho de todos a un aprendizaje de calidad a lo largo de toda la vida”, subrayó en la ceremonia.
Tvinnereim coincidió en el carácter fundamental de la educación para lograr la reducción de la pobreza, la igualdad de género y el accionar contra el cambio climático.
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