El titular de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) transmitió este mensaje al intervenir en la apertura de la Conferencia Ministerial de los PEID sobre las Enfermedades No Transmisibles (ENT) y la Salud Mental, evento que se desarrolla desde hoy hasta el 16 de junio en la capital de Barbados.
Barbosa comentó que tras la pandemia de la Covid-19 la región caribeña se enfrenta a la triple amenaza de las ENT, la salud mental y el cambio climático, por lo que esta es «una oportunidad única para compartir nuestros aprendizajes y trazar un camino audaz hacia el futuro», consideró.
En este contexto, reiteró el compromiso continuo de la OPS de trabajar con la región para apoyar la implementación acelerada de intervenciones en ENT y salud mental en tres áreas prioritarias.
La primera, dijo, es que para garantizar un mayor acceso a la detección, el diagnóstico y el tratamiento de las ENT y la salud mental, los servicios deben integrarse en el sistema de atención primaria de salud.
En segundo lugar, pidió una colaboración multisectorial que incluya a legisladores, sociedad civil, asociaciones profesionales y personas con experiencias vividas, para desarrollar políticas que aborden los factores socioeconómicos subyacentes que impulsan esos padecimientos.
Finalmente, precisó que los países deben basarse en las orientaciones proporcionadas en la Declaración de Puerto España sobre enfermedades no transmisibles y en la llamada “Senda de Samoa”, para reforzar las políticas sobre factores de riesgo, fortalecer los servicios de atención primaria y mejorar la vigilancia.
Barbosa enfatizó que, si bien se ha avanzado hacia la reducción de las ENT y la salud mental en los PEID, las naciones no están en camino de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible de reducir en un tercio la mortalidad prematura por tal causa para 2030.
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