Este departamento capital, el Petén y Quetzaltenango registran una alta mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas que contienen polvo, suciedad, hollín o humo, según el documento divulgado.
La concentración del material en el primero, de 2,5 micrómetros, tiene un valor de 120, por lo que la calidad del aire es mala y puede impactar principalmente en las personas con afecciones respiratorias, señaló.
En el Petén registró 109 (igualmente mala), mientras que en Quetzaltenango los equipos instalados marcaron 164 (muy mala), únicos puntos donde el país cuenta con una estación para estas evaluaciones.
De acuerdo con analistas, en el segundo caso los incendios consumieron más de 20 mil 600 hectáreas y ello podría afectar la calidad del aire.
El ingeniero ambiental del Insivumeh, Luis Carlos Hernández, explicó a la prensa que el humo de cualquier transporte a base de combustible contribuye al deterioro ambiental y aparece como la principal fuente de material particulado en los centros urbanos.
También hay variables climatológicas con incidencia, la temperatura y la humedad, que provocan más o menor tiempo en suspensión de las partículas.
La ausencia de lluvia juega su papel, ya que el suelo está seco y con cualquier corriente de aire, el polvo se levanta y se dispersa, acotó.
Un informe de 2022 de la empresa suiza IQAir, junto con Greenpeace, indicó que Guatemala sobresale como la cuarta nación peor clasificada de América Latina por su calidad del aire, solo detrás de Perú, Chile y México.
Siempre que la calidad del aire sea mala, diferentes guías sugieren a las personas vulnerables evitar las actividades que requieran un mayor esfuerzo y realizarlas en interiores.
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