La reunión cuenta con el auspicio de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y su oficina regional con sede en esta capital y sesionará hasta mañana viernes.
Durante la cumbre se discutirán las vías para terminar con el hambre y la malnutrición, como requisito para lograr los objetivos globales de desarrollo sostenible propuestos por la ONU para 2030.
En particular, los participantes analizarán el papel que tienen los parlamentos en todo el mundo gracias a la potestad para emitir leyes destinadas a garantizar la seguridad alimentaria, velar por el cuidado del medio ambiente y el derecho de todos a contar con una nutrición adecuada.
Durante la cita, se identificarán las buenas prácticas legislativas alcanzadas en diversos puntos del planeta y la posibilidad de replicarlas.
Entre otros temas, figura la paradoja de vivir en un mundo con capacidad para alimentar a un número mayor del total de la población actual y, sin embargo, existen en estos momentos más de 828 millones de personas sufriendo hambre.
Las desigualdades en el acceso a nutrientes de calidad y el desperdicio de comida, que alcanza unas mil 300 toneladas al año según cifras de la FAO, son retos para los parlamentos del mundo donde deben emitirse leyes y regulaciones al respecto.
De hecho, serán objetivos de la cumbre crear un consenso entre legisladores sobre la necesidad de actuar en áreas prioritarias y estimular un compromiso político amplio, destinado a promover la seguridad alimentaria y la nutrición adecuada.
La reunión fue precedida por el X Foro Parlamentario contra el Hambre en América Latina y el Caribe, donde participaron 70 representantes de 10 países de la región.
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