Al dirigirse durante un debate en el parlamento sobre la resolución, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, afirmó que mantener la seguridad del país es su máxima prioridad, por lo que continuaría oponiéndose al plan.
Morawiecki calificó las decisiones de la UE y en particular de Alemania en 2014-2016 que llevaron a la afluencia de millones de refugiados en Europa como un error fatal, y expresó que esto había elevado la inseguridad de muchas ciudades europeas.
No es un pacto migratorio, es un dictado que tiene como objetivo cambiar Europa culturalmente, añadió el mandatario polaco, citado por la agencia estatal de noticias PAP.
Es el Sejm (parlamento polaco), no el Bundestag, y tenemos todo el derecho y la obligación de votar a favor de los intereses de Polonia, concluyó.
Según el plan de migración propuesto, los países de la UE estarían obligados a recibir a los desplazados por la solidaridad obligatoria bajo la política de migración del bloque, y estos tendrían flexibilidad con respecto a la elección de contribuciones individuales.
Como consecuencia, la UE se comprometería a realizar al menos 30 mil reubicaciones por año desde los estados miembros donde la mayoría de las personas ingresan al bloque comunitario a estados miembros menos expuestos a tales llegadas, según los funcionarios.
El acuerdo también incluye una disposición según la cual los países de la región que se nieguen a acoger refugiados deberán pagar una suma de 20 mil euros (21 mil 893 dólares) por persona a un fondo gestionado por Bruselas.
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