El expresidente de la República Michel Aoun (2016-2022) rechazó por completo la posición de la comunidad y su plan de conservar a los desplazados en los países de acogida y vincular el regreso a una solución política.
A través de su cuenta en Twitter, Aoun cuestionó los pronunciamientos de Borrell y la negativa de no querer la normalización con el gobierno de Siria; y en ese sentido, puntualizó que Líbano no puede pagar el precio de la guerra contra Damasco.
En esta línea de pensamiento, indicó que el proyecto de integración de los desplazados constituye una destrucción sistemática de Líbano y preguntó a Francia y Alemania: ¿Quién les dio el derecho de manipular el destino del país?
Al mismo tiempo, puntualizó sobre qué futuro para Siria y Líbano quieren apoyar mientras buscan arruinar el tejido de los dos Estados y atacar los cimientos de su existencia.
En este sentido, el exmandatario manifestó que el plan de fusión anula el retorno de los refugiados a su país y tierra, una decisión que socava tanto a la sociedad libanesa como a la siria.
De esta manera, Aoun llamó a rechazar tal proyecto de la UE y enfatizó en la necesidad de la coordinación entre los dos países para lograr un retorno digno y seguro de los desplazados.
Sobre las políticas occidentales, el parlamentario Hussein Hajj Hassan responsabilizó a la UE de apoyar a los terroristas en su guerra contra el Líbano, Siria, Iraq y la región, facilitando el paso por los aeropuertos y la transferencia de armas y dinero.
El diputado calificó de nuevo colonialismo la autoridad del bloque europeo de objetar la apertura de los países árabes a Siria y obstaculizar el regreso de los refugiados a sus tierras.
Hajj Hassan exigió a la UE respetar la paz, la prosperidad y la armonía en la región; y les reclamó posiciones tajantes sobre los asentamientos ilegales israelíes, la usurpación de Palestina y las políticas genocidas del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Durante un encuentro político, el legislador destacó que Líbano sufre los efectos del desplazamiento sirio y la vecina nación enfrenta el bloqueo.
A propósito, subrayó que la posición occidental no es nueva y, lamentablemente, no tiene nada que ver con la diplomacia o con el respeto por los derechos de los pueblos y la soberanía de los estados.
Con anterioridad, el ministro de Asuntos Sociales en el gobierno interino, Héctor Hajjar, reprochó el tono imperativo de Borrell durante la “Conferencia de apoyo a Siria y la región” en Bruselas de no trabajar hacia la normalización con el gobierno de Damasco.
Hajjar mostró preocupación por el retorno de los desplazados sirios y la promesa de la comunidad europea de apoyar con asistencia financiera a los países de acogida.
Datos de la Seguridad General libanesa reflejaron que alrededor de dos millones 80 mil sirios viven en territorio nacional, de los cuales más de 540 mil regresaron voluntariamente a su país tras el comienzo del plan de retorno en 2017.
En octubre de 2022, Líbano retomó el programa de regreso sirio a su país, bajo el impulso del entonces presidente de la República, Michel Aoun (2016-2022), y el exdirector de Seguridad General, Abbas Ibrahim.
Según entidades de Naciones Unidas, nueve de cada 10 refugiados de Siria viven en la extrema pobreza en diferentes comunidades de acogida en Líbano, ante el agravamiento de la crisis económica y la dificultad para pagar la electricidad, el agua, la educación, salud y alimentación.
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