Activistas locales indicaron que cientos de residentes se dirigieron a las tierras agrícolas de la localidad de Masada y del área de Al-Hafayer donde el gobierno israelí comenzó a implementar su plan de construir turbinas eólicas sin el consentimiento de los dueños de los terrenos.
Los militares de Tel Aviv emplearon bombas de gas lacrimógeno y abrieron el fuego de sus armas contra los agricultores que se movilizaron para defender sus tierras lo que causó lesiones a más de 50 mientras 10 fueron arrestados.
Según las fuentes, las fuerzas israelíes trajeron grandes refuerzos para contener las protestas que se incrementaron al exigir la liberación de los jóvenes detenidos.
La víspera, los militares de Tel Aviv se desplegaron en las carreteras y los accesos a las tierras donde se pretende construir los aerogeneradores para impedir la llegada de los residentes, lo que generó choques en los que 20 personas resultaron heridas.
El ocupante quiere apoderarse de nuestras tierras y rechazamos categóricamente que se construyan turbinas eólicas en las mismas, afirmaron algunos pobladores.
En su comentario sobre los incidentes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria saludó la inquebrantable resistencia de los golaneses y su continua lucha por rechazar el proyecto de ocupación israelí destinado a robar cientos de hectáreas de tierras.
Israel pretende con este plan incautar más de 600 hectáreas para construir 46 turbinas eólicas.
Israel ocupó el Golán tras la denominada guerra de los Seis Días, en 1967, e incorporó ese territorio a su sistema jurídico en 1981, lo cual fue rechazado por la comunidad internacional.
La anterior administración estadounidense reconoció en 2018 la soberanía israelí sobre esta región en una violación clara y flagrante de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Damasco reafirmó que este territorio es parte inseparable de Siria y trabajará para recuperarlo por todos los medios disponibles y garantizados por el derecho internacional.
Instó a las Naciones Unidas y sus Estados miembros que asuman sus responsabilidades y presionen a Tel Aviv para que ponga fin a su ocupación y rechacen la situación jurídica derivada de las violaciones de las autoridades de ocupación de las normas del derecho internacional.
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