Al otorgarle esa condición el director general de la OMS, Tedros Adhanom felicitó al pueblo y gobierno de Belice y a su red de asociados locales y globales por este logro, que lo consideró otro ejemplo de cómo con las herramientas y el enfoque adecuados se puede soñar con un futuro sin malaria.
Belice es el tercer país al que se le concede la certificación de libre de malaria en 2023, tras alcanzarla Azerbaiyán y Tayikistán en marzo, otorgada ya por la OMS a 42 países y un territorio, de ellos 11 de las Américas.
Tras Paraguay, Argentina y El Salvador, Belice se convirtió este miércoles en la cuarta nación de la región y el segundo de América Central en librarse de esa enfermedad en los últimos cinco años, afirmó el director de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa.
En las últimas tres décadas, Belice ha logrado una reducción drástica de su carga de malaria o paludismo, de un pico de unos 10 mil casos en 1994 a cero reportes autóctonos en 2019.
Expertos señalan que este éxito está basado en una fuerte vigilancia epidemiológica, el acceso al diagnóstico y métodos eficaces de control de vectores, incluidos mosquiteros tratados con insecticidas y fumigación de interiores.
También ha sido decisivo el papel desempeñado por los trabajadores comunitarios de la salud en el diagnóstico y el tratamiento oportunos.
En 2015, esa nación centroamericana reorientó su programa de lucha contra la malaria para centrarse más en mejorar la vigilancia entre las poblaciones de alto riesgo, lo que permitió dirigir estratégicamente las intervenciones y los recursos disponibles a las zonas prioritarias, incluso más recientemente cuando la pandemia de la Covid-19.
Con este logro Belice contribuye a la Iniciativa de la OPS para la eliminación de enfermedades, cuyo objetivo es exterminar en la región más de 30 padecimientos transmisibles en las Américas para 2030, incluida la malaria.
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