Según el portal G1, el exmilitar decidió entonces viajar a Rio Grande do Sul para intentar fortalecer el Partido Liberal (PL), del que forma parte, de cara a las elecciones.
El sitio asegura que el «cambio tomó por sorpresa a los asesores. Uno de ellos bromeó que «están diciendo que el control remoto de Bolsonaro es igual al del submarino que está al lado del Titanic».
Pero también causó alivio, pues «la visita al TSE, evaluaron, es un riesgo de exposición negativa innecesaria, mientras que una recepción en un aeropuerto puede generar una imagen positiva».
G1 indica que, en reservado, integrantes del PL esperan que el ministro Kassio Nunes Marques, designado por Bolsonaro para el Supremo Tribunal Federal (STF), muestre su gratitud y vote a favor del exmandatario y evite una derrota por siete a cero.
En el juicio, el viceprocurador general electoral, Paulo Gonet, defendió la inelegibilidad de Bolsonaro por abuso de poder político.
Gonet se manifestó en la primera etapa que analiza la conducta del excapitán del Ejército en una reunión con embajadores en julio del año pasado.
En ese encuentro, transmitido en la televisión pública, Bolsonaro denigró el sistema electoral sin presentar pruebas.
Ante los hechos, el Partido Demócrata Trabalhista (PDT) accionó el TSE contra el entonces presidente.
El PDT acusó a Bolsonaro y al general Walter Braga Netto, quien fue candidato a vice en su fórmula para el sufragio de octubre, de presunto abuso de poder político y uso indebido de los medios de comunicación durante la campaña electoral.
Según Gonet, «están estampados» elementos que justifican alejar al político ultraderechista de las elecciones, como desviación de finalidad, búsqueda de ventaja en la disputa electoral de 2022, además de la gravedad de la conducta.
«Conclusión de los autos conducen que el evento fue deformado en instrumento de maniobra electoral, traduciendo en desviación de finalidad», afirmó el viceprocurador.
El 27 de junio será retomado el juicio y, según la agenda, presentará su voto el magistrado Benedito Gonçalves, instructor del caso, quien abogó por culpar a Bolsonaro.
Después emitirán su dictamen los otros seis miembros de la Justicia electoral, en la que Bolsonaro tiene abiertas 16 investigaciones.
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