La crisis del Credit Suisse llevó el pasado mes de marzo al segundo mayor banco del país al borde del colapso, forzando un rescate de emergencia mediante su fusión con el UBS.
El SNB consideró este jueves que ello demuestra los problemas y limitaciones del marco regulatorio, lo que incluso puede ralentizar la introducción de medidas correctivas.
La entidad afirmó que la experiencia mencionada demuestra que, en un período de estrés, las métricas regulatorias son relativamente limitadas y pueden retrasar la acción correctiva.
Para el banco central del país helvético en su Informe de Estabilidad Financiera, esto es un problema a atender con esmero.
En este sentido, recordó que los coeficientes de capital de Credit Suisse excedían los requisitos regulatorios aplicables, lo que indicaría que el cumplimiento de los requisitos de capital es necesario, pero no suficiente para garantizar la confianza.
Remarcó que a pesar de cumplir los requisitos, los clientes, los participantes del mercado y las agencias calificadoras dudaban cada vez más de las perspectivas de rentabilidad del banco, su resiliencia y, por lo tanto, su capacidad para implementar con éxito su plan de transformación.
Por otro lado, el banco central suizo reconoció que, debido a la reciente adquisición de Credit Suisse por parte del UBS, los datos disponibles no son suficientes para una evaluación integral de la resistencia de los bancos combinados.
Por ello, concluyó, el Informe de Estabilidad Financiera de este año carece de los análisis de resultados de la prueba de estrés para la entidad combinada resultante de la fusión.
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