«La Amazonia es un territorio soberano de Brasil, pero al mismo tiempo pertenece a toda la humanidad. Y, por eso, haremos todo y cualquier esfuerzo para mantener el bosque en pie», declaró Lula en un festival de música en París.
Señaló que los países ricos tienen una deuda histórica y deben financiar la preservación de los bosques, como el Amazonas.
Precisó que «no fue el pueblo africano el que contamina el mundo, no es el pueblo latinoamericano el que contamina el mundo».
De hecho, prosiguió, «quienes han contaminado el planeta en los últimos 200 años han sido los que han hecho la revolución industrial y por eso tienen que pagar la deuda histórica que tienen con el planeta Tierra».
El gobernante brasileño fue invitado por la banda Coldplay a participar en el evento Power Our Planet, en el Campo de Marte de esta capital, que reúne presentaciones musicales y discursos de líderes mundiales.
Durante su alocución, Lula repitió el compromiso de cero a la deforestación en la Amazonia hasta 2030 y que hará «todo y cualquier esfuerzo» para mantenerla.
El mandatario también invitó al público a viajar a Brasil en 2025, cuando Belém, capital del norteño estado de Pará, recibirá la conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima (COP-30).
«Haremos la COP-30 en un estado de la Amazonia para que todos ustedes tengan la oportunidad de conocer de cerca el ecosistema de la Amazonia, la riqueza de la biodiversidad, la riqueza de nuestros ríos», apuntó.
Después del evento, Lula fue recibido por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para una cena con participantes de la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Global, en el Palacio del Elíseo, residencia oficial del gobernante francés.
Ambos líderes mantienen una buena relación, diferente de lo que ocurrió con el expresidente Jair Bolsonaro.
Con la victoria del fundador del Partido de los Trabajadores en las elecciones de octubre último, el Gobierno galo se acercó a Brasil. Lula y Macron hablaron por teléfono en enero y se reunieron en mayo, en Japón, durante la reunión del G7.
Antes, en 2021, los dos se reunieron en París. En la época, el exdirigente obrero no era candidato al poder en Brasil y solo restableció derechos políticos después que la Corte Suprema anulara todas sus condenas.
Los dos presidentes todavía deben tener un encuentro bilateral mañana y posiblemente aborden temas como el combate a la deforestación, la guerra entre Rusia y Ucrania, así como divergencias que impiden la entrada en vigor del acuerdo comercial entre el Mercado Común del Sur y la Unión Europea.
npg/ocs